Alberto había sido invitado a San Adrián para formar parte
del ilustre jurado que valoraría las menestras que diferentes cuadrillas iban a
presentar a concurso en las II Jornadas turístico gastronómicas de la susodicha
población ribera. A las 11 de la mañana hicimos acto de presencia y tras la
primera toma de contacto con el municipio y sus habitantes, nuestro anfitrión
tuvo a bien recomendarnos que nos tomáramos un refrigerio para poder afrontar
la tarea que habríamos de realizar a la hora del aperitivo. Nos dio una
sorpresa, yo misma iba a formar parte del jurado, junto con Alberto, la propia
madre de nuestro guía y Eneko Madinabeitia, ilustre cocinero del Restaurante
Ríos. Así que nos sentamos en una
terraza y nos tomamos un Baron de Ley blanco mientras la plaza de la chimenea
cobraba vida poco a poco.
Un rato después nos invitaron a subir al tren turístico, que
nos llevó a conocer parte del pueblo, el polígono industrial, con su industria
alimentaria, los ríos que dan vida a las huertas regentadas por los “Aguachinaos”
y producen esas verduras tan ricas…
Y ya para entrar en harina, pues nos dimos una vuelta por
los fogones en los que se daban cita las verduras para hacer menestra e ir
recogiendo impresiones de lo que después cataríamos.
Una vez terminadas nos las trajeron a un rinconcito bajo una
carpa, para resguardarnos y resguardar las creaciones del sol de mediodía, que
estaba pegando fuerte. Debíamos considerar tres aspectos y valorarlos del 1 al
5. La presentación, el sabor y la textura de las verduras. La verdad es que
pensé que iba a ser difícil ser dura, pero una vez puestos a probar y con boli
en mano intenté ser lo más coherente posible y resulta que fui de las más durillas
del jurado, coincidí en algún aspecto con el cocinero, pero claro, es imposible
pillar los matices que Eneko percibe en los platos, siendo como es cocinero
profesional.
Nuestro anfitrión era Javier Martínez, responsable de protocolo del ayuntamiento de San Adrián y compañero de clase de Alberto. Nos presentó al alcalde, Emilio Cigudosa, quién nos invitó a un vino después de los actos. Vino que también compartimos con Alberto Catalán, presidente del Parlamento de Navarra y la concejala de cultura de San Adrián.
Al final del evento nos invitó a su casa, comimos con sus padres, su hermano, cuñada y demás familia, nos recibieron como a uno más de familia, bueno como a dos más. Comimos de cine y lo pasamos genial departiendo con ellos de lo humano y lo divino. Fue sin duda de lo mejor de la jornada.
Y salimos en el diario de Noticias de Navarra
Qué buena pinta!!!
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